Por Victor Valente, Director.

De arriba hacia abajo según los mapas, de norte a sur para ser más gráficos, de Río Ceballos a La Calera, la región que cubre ésta revista, comienza a ver cómo se van posicionando los intendentes y algunos dirigentes de cara a 2019.

Ya pasaron dos años desde que arrancaron las gestiones municipales y obviamente se terminan los “tiempos de descuento”, las etapas de acomodamiento, y se supone que cada gestión comienza a mostrar signos de cuál es el rumbo a seguir.

También aparecen rastros –y rostros– de diferencias de estilo, distanciamientos, enojos, peleas, y al mismo tiempo, acercamientos con claros fines preelectoralistas.

editorial

Ciudad por ciudad

Semanas atrás se conoció la pelea entre el intendente de Río Ceballos, Omar Albanese, versus quien ocupaba la secretaría de Gobierno, Ezequiel Lemos, que terminó renunciando a su cargo de manera “indeclinable”. El intendente lo acusó de “no trabajar” prácticamente, Lemos se defendió argumentando que “no se podía trabajar”. Ambos son radicales y en el seno de la ciudad se habla de una fuerte interna para pugnar por la intendencia en 2019. La oposición aún no aparece.

En Unquillo empieza a resonar el nombre de Carlos Arévalo. Hay quienes deslizan que el actual gobierno de Jorge Fabrisin tiene vencimiento en 2019 y que es “el momento del Pato”, tal como lo conocen a Arévalo en la ciudad. Algunas fuentes dan por cierto que el legislador Carlos Presas se habría acercado al ex Juez de Paz a “limar asperezas” y tentarlo para que conduzca el peronismo de cara al nuevo período de gobierno. La consigna: no interferir en el actual rumbo de la gestión ni darle lugar a la oposición a frenar la intención del peronismo de seguir gobernando la ciudad de la doble avenida.

El futuro llegó y se precipitó en las recientes aperturas de sesiones. El panorama preelectoral está a la vista. La previa del 2019 inicia su cuenta regresiva.

Mendiolaza, por su parte, muestra a un Daniel Salibi con cinco mandatos en el lomo y un claro desgaste (que lógicamente él no va a admitir). A pesar de los permanentes esfuerzos mediáticos que hace el mandatario por mantener su imagen en alto, la sociedad no parece estar conforme con la gestión. El escandaloso y reciente episodio entre el Jefe comunal y el edil macrista Andrés Díaz Yofre en la apertura de sesiones, tras agredirse mútuamente, mostró a quién elige Salibi para disputar el liderazgo de la ciudad en el futuro cercano. Pegadito los observa el peronista Nicolás Martínez Dalke quien también va por su chance, militando, denunciando y pidiéndole a la Provincia que le de el apoyo necesario para que el peronismo tenga chances en 2019.

El “Gato” Romero es una incógnita en la Villa. Por lo bajo se rumorea que dejaría la función pública local, tentado por una posibilidad de volver al golf u ocupar un importante lugar en la estructura del Gobierno Nacional, si es que Macri vuelve a tener otra chance de ser presidente. En la disputa interna por sucederlo asoman los nombres de Nicolás García (secretario de Gobierno) y Pablo Cornet (secretario de Finanzas). Los dos funcionarios son muy queridos puertas adentro, pero además gozan de una buena imagen en la sociedad. Si el peronismo no logra reunir a todos sus actores y plantear una seria oposición, y si el radicalismo sostiene su histórica ruptura local, difícilmente puedan disputarle el trono a Cambiemos.

Tranquilidad. Esa es la palabra que por ahora define el rumbo del nuevo gobierno peronista de Saldán que comanda Cayetano Canto. El empresario avícola tiene todo el apoyo del gobernador Juan Schiaretti que, en apenas dos años, pudo hacer lo que en más de una década no hizo el anterior gobierno municipal. Salvo honrosas excepciones como la permanente intención del Movimiento por la Identidad de Saldán (MIS) de disputar el trono, no asoman competidores contra “el Pollero”. Algunos hablan del presidente del Concejo Deliberante, Rodrigo Fernández, pero él mismo se encarga de desmentirlo.

Finalmente, más de uno se pregunta si Rodrigo Rufeil continuará al frente de la transformada ciudad de La Calera. Dicho por el propio Rufeil, lo único que le preocupa es la eventual aparición de un candidato mediático del macrismo, léase un “Gato” Romero calerense, porque la ciudadanía en general se pronuncia “muy a gusto” con el rufeilismo que no para de generar acciones para mejorar la calidad de vida de la gente. “Este año vamos por el arte y la cultura”, dicen desde adentro, aseverando que “es la pata que le faltaba a la gestión”. Mientras tanto se viene la gran obra de conectividad desde el dique Mal Paso en Dumesnil hasta el ingreso sur de la ciudad con la costanera, un nuevo parque familiar a orillas de ese mismo dique, y la puesta en valor de íconos históricos relacionados a la cal.

El futuro llegó y se precipitó en las recientes aperturas de sesiones. El panorama preelectoral está a la vista. La previa del 2019 inicia su cuenta regresiva.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *