Con el patrocinio de la Basu Foundation for the Arts y el apoyo de la Embajada de Argentina, la artista Julia Romano expuso su muestra “Dreamscapes” en el Museo de la India en Calcuta.
Julia Romano (43) es una artista visual que reside en La Calera desde hace seis años. Sus producciones se han expuesto tanto en nuestro país como diversas partes del mundo: África, Brasil, España, Estados Unidos y recientemente en La India. Un atípico día primaveral en pleno julio recibió a parte del equipo de La Unión Regional en su cálido jardín para hablar, mate de por medio, sobre su trayectoria, la vida en las Sierras Chicas y su concepción del “paisaje como interpretación del mundo”, entre otros temas.
E: Si tuvieras que explicarle al lector ¿Quién es Julia Romano?
J: Soy artista, hago artes visuales. Soy santafesina pero desde muy chiquitita me fui a vivir a Villa María, así que me considero una artista cordobesa. Me vine a estudiar a Córdoba capital artes plásticas, recibida me quedé en Córdoba y hace seis años con mi familia nos vinimos a vivir a Calera. Trabajo con la fotografía como una herramienta primaria de mi producción, es una herramienta porque voy mezclándola y cruzándola con un montón de otras cosas. Tengo un cuerpo de obra principal que son collages digitales. Hago una composición digital en la computadora y eso después lo imprimo en papel y ahí tenemos la obra física. Siempre con el tema del paisaje. Esta sería mi producción bidimensional, el cuadro tradicional, digamos. Y después hago muchas instalaciones donde trabajo con objetos, con otros elementos en el espacio y son obras efímeras, que están por un tiempo, después se desarman y se transforman en otra cosa. También últimamente he hecho video arte y tengo algunas obras en NFT (Token no fungible). Mi producción es un campo variado, inclusive he estado escribiendo algunas cosas.
E: ¿Por qué eligieron residir en La Calera?
J: Por un lado me interesaba mantenerme en la capital, no volver a Villa María. Ya empezaba a establecer vínculos afectivos y de trabajo en Córdoba, y en Calera era la posibilidad de tener nuestra propia casa y nuestro propio jardín, que iba a ser imposible en capital principalmente por cuestiones económicas. Además ya sabíamos que nos iba a tentar mucho más este lugar porque estamos rodeados de naturaleza. Villa María es una ciudad que está muy vinculada al paisaje y la naturaleza, entonces queríamos repetir eso. Acá estamos re contentos, cada vez más enamorados del lugar.
E: ¿Cómo se da esta oportunidad de hacer una exposición en La India?
J: Al trabajar con obra en formato digital, es más sencillo que pueda circular en el exterior. Es decir, puedo mandar el archivo al lugar donde tengo que exponer, allí lo imprimen, lo enmarcan y lo cuelgan. Eso me ha permitido estar en otros circuitos internacionales. En 2019 me presenté para el premio italiano Arte Laguna Prize, me seleccionaron y con la pandemia el premio hizo alguna itinerancia hasta exhibirse en el Arsenal de Venecia que fue fantástico. Previo a eso me eligieron para exponer en las Islas Mauricio en África y exhibiendo allí se contactó conmigo Abhishek Basu, que es el director de una fundación de arte (Basu Foundation for the Arts) porque le encantó mi obra y quería patrocinarme. A raíz de ese contacto empecé a hacer circular mi obra especialmente en La India. El año pasado hice una muestra en una galería en Bombay y este año en el Museo de La India de Calcuta, es un museo inmenso que no solamente es de arte. A principios de año abrieron salas de arte contemporáneo, entonces Abhishek gestionó para que me dieran una sala allí y ahí exhibí mi serie de obras de “Paisajes culturales” que es de 2017-2020 y “Cambios de estado” que es otra serie nuevita entre 2020-2021. También hice una instalación de una especie de empapelado, que son unos estandartes de paisaje que están flanqueando un ingreso. Si uno se acerca son miles de paisajes uno sobre otro y quedaron súper imponentes. No pude ir, fue muy pronta la fecha, era para el 30 de junio y me dieron la sala quince días antes, entonces iba a ser muy complicado, pero la idea es ir. Mientras tanto voy aprendiendo un montón, es como conocer otra forma de relacionarnos, de entender el arte, de gestionar el arte y me encanta como desafío.
E: Un concepto siempre presente es «el paisaje como interpretación del mundo».
J: El paisaje es una excusa para hablar de las relaciones que tenemos con otras culturas y con el territorio. De Villa María viajaba a Córdoba y ese recorrido por la llanura me empezó a interesar mirándolo desde afuera. Después comencé a investigar sobre la representación del paisaje, las teorías culturalistas y a meterme en como el paisaje nos construye y como nosotros construimos el paisaje. Las cuestiones geográficas están, está esa montaña, ese árbol, pero no significan lo mismo para cada uno de nosotros. Entonces quizás ahí está ese guiño del collage, de cómo voy mezclando, porque uno se rodea de eso que va extrayendo de cada lugar que visita, que vive, uno viene con toda una historia.
Le doy mucha importancia a la observación, como cada uno observa de acuerdo a lo que es. Distintas profesiones observan el paisaje de distinta manera de acuerdo a lo que conocen, lo que quieren, lo que saben. Eso me gusta pensarlo así y también que desde el arte es cuando el ser humano aprendió a ver al paisaje.
E: Tus obras fueron expuestas en distintos lugares del mundo ¿Qué tiene de particular La India?
J: Es algo muy remoto, si no fuera por mi arte nunca hubiese estado en relación y eso es re interesante. Inclusive para la muestra de Bombay hice obras mezclando los paisajes calerenses con imágenes de Bombay, una de las ciudades más superpobladas del mundo. Un contraste absoluto y eso que sé una mínima parte de la historia de La India. Me parece que son muchas cosas a las que el arte me está permitiendo acceder y establecer vínculos. Eso también hace que mi obra se expanda una barbaridad.